El desarrollo económico debe estar ligado a la ampliación de las opciones y oportunidades que tienen las personas para escoger la vida que valoran. Mediante la generación de un círculo vicioso, en el cual la inequidad en México ha impedido que se alcance mayor desarrollo; en tanto que los modelos de desarrollo que se han adoptado han mantenido a y acrecentado las desigualdades, el país se ha estancado y las oportunidades están presentes sólo para una elite. Es necesario romper este círculo, impulsar la formación de una sociedad incluyente, entendida ésta como una que tiene las condiciones propicias para que su población innove, para que mejore sus condiciones económicas y de vida, es decir, que ofrezca un ambiente propicio en términos de incentivos y de herramientas para que la población tenga las oportunidades para desarrollarse, emprender e innovar.